Hay que seguir feminizando el lenguaje

Estos días de enero y principios de febrero me va a resultar dificil escribir con regularidad en el blog por temas de exámenes, pero no quería dejar para más adelante una entrada. Estos días he estado manteniendo con un amigo y compañero de clase de la universidad un debate sobre la feminización del lenguaje.

Yo soy un defensor de que es necesario feminizar el lenguaje, mientras que él me decía que esa feminización del lenguaje era producto de un feminismo revanchista, que quería deshacer años de injusticia mediante la supremacia de la mujer (algo así como que se fueran a cambiar las tornas). Para intentar que os hagáis una idea sobre su opinión, he cogido un cacho de su argumentación (el debate lo estamos haciendo a través de un foro), una de las partes que me parece más significativa:


¿No creeis que es llevar el feminismo a lugares absurdos, cuando lo importante son las muertes, la educación, y sobre todo, que muchísimos hombres (entre los que algunos de los presentes se deberían identificar) aún siguen considerando a la mujer como a un objeto, o como a una presa, a la cual después de inseminar es mejor mantener alejada?

El lenguaje no tiene que transformarse para representar el orden social, tiene que transformarse para facilitar la comunicación. Y desde el momento en que tenemos un artículo que denota el género, no es necesario que (porque realmente no supone grandes problemas, si no, ya se habría cambiado) las pluralidades acabadas en O (o que denota género gramatical, muy diferente de género biológico, O que ha sido heredada de la lengua latina, tan desconocida por estos nuevos reformistas) se cambien, porque nadie cuando dice obreros está excluyendo a propósito a todas las féminas de la profesión.

Me parece tan absurdo como querer cambiar que el color de la sangre para olvidar el régimen soviético. O incluso más.


En un debate tan de actualidad, y en un contexto en el que se está produciendo el empoderamiento de las mujeres, y en los albores de un siglo que ha venido a denominarse como el siglo de la emancipación final de la mujer, resulta necesario que no sólo reconozcamos el problema de forma teórica (la supremacía del hombre), sino que de forma práctica vayamos eliminando todas esas realidades que hacen vigente el patriarcado. Así, lo recoge muy bien Mercedes Bengoechea, sociolingüista y Decana de la Facultad de Filosofía y letras de la Universidad de Alcalá, cuando señala que:

El argumento que emplean para descalificar esta feminización del lenguaje y para justificar el uso del masculino genérico es la economía del lenguaje, "pero esa no es la única función del género gramatical masculino. Tiene otras funciones en una sociedad patriarcal: crear en la mente la imagen de la insignificancia femenina, que los hombres sean los propietarios de los cargos, de la representación de los grupos, como los musulmanes, los indígenas...", agrega Bengoechea. "La íntima relación entre ideologÍa, poder y lenguaje nos la han desvelado todos los filósofos que han analizado la filosofía del lenguaje".


Es por ello que debemos seguir avanzando con la feminización del lenguaje. Mucho se ha conseguido, pero mucho más hemos de conseguir. Porque no olvidemos que no se trata de revanchismo histórico, sino de deshacer las realidades vigentes para cambiar las realidades históricas. Quicir, que si queremos deshacer la histórica supremacía del hombre, esto sólo lo conseguiremos deshaciendo las injusticias y supremacías que siguen vigentes hoy en día. Es por ello por lo que debemos seguir feminizando el lenguaje.

Salud!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Escribo un poco para matizar. Yo soy "el otro", el que argumentaba en contra.

Lo que quiero decir es que, a pesar de que tolero que se extraigan pedazos de una argumentación (que no debería tolerar, porque a lo mejor yo he hecho aclaraciones en la introducción que aquí se pierden), nunca he acusado al movimiento feminista radical de revanchista histórico.

La primera y creo única causa es que yo entiendo como revanchismo histórico el que realiza un pueblo, un país, un Estado (como se quiera llamar) ante otro. Quiero decir, que entiendo esta palabra como el término histórico que se usa como causa de la IGM y la IIGM (Alemania e Italia se veían afectados por el revanchismo). En ningún caso va a salir de mi boca esa palabra para designar otra cosa diferente.

Lo segundo es señalar que yo tengo causas diferentes al pobre argumento de economizar el lenguaje que en teoría usa la Academia (institución que a mí, como a muchos amantes de la lengua, nos aberra).

De todas maneras no quiero convertir un blog de opinión en un foro de discusión.

Rhasputyn dijo...

huyes de la discusión XD

Anónimo dijo...

Para nada, para nada. La continúo en el foro, y si es necesario, resumiré mi postura aquí. Pero antes estaría bien ver si realmente hay interés.

Rhasputyn dijo...

si vas a contestar a algo que dije aqui, responde por aqui, si no en el foro...