No es racismo: es aporofobia

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En las sociedades occidentales contemporáneas podemos observar que más o menos es comun a todas ellas la existencia de un fenónemo social conocido como el racismo ligado también a la xenofobia. Es decir, el rechazo al inmigrante, al extranjero, normalmente por motivos raciales o culturales. ¿Quién no ha oido eso del "moro de mierda" o "puto gitano rumano"?

Sin embargo, el término racismo o xenofobia es un error que se ha ido produciendo desde que se generalizó este fenómeno social. Es un error porque el racismo implica el rechazo de todos los individuos de una raza diferente, pero no se pide la expulsión por los futbolistas de color, no se pide la expulsión del jeque millonario árabe que viene a la Costa del Sol a derrochar sus petrodólares. Ídem sucede con la xenofobia, que a priori implica el rechazo de todos los extranjeros, pero...¿quién puede escuchar a algún xenófobo pedir la expulsión de los jubilados ingleses, nórdicos, alemanes, etc... que se han asentado por toda la Costa mediterránea?

Por lo tanto, hablar de racismo o xenofobia implicaría hablar de términos erróneos, que no describen la realidad. ¿Cuál es entonces la realidad? la realidad que se repite es el rechazo al pobre. Rechazamos a los inmigrantes que vienen sin recursos, pues...¿qué argumentos utilizan los racistas y xenófobos? Nos quitan los curros, se llevan nuestro dinero a sus países, utilizan nuestros servicios públicos, .... lo comun a todos esos argumentos es el rechazo a los individuos con menos recursos, pues los adinerados extranjeros que llegan a España no vienen a currar en el campo ni a enviar dinero a sus familias que tampoco vivirán en la miseria.

Y este rechazo al pobre, esta fobia a los individuos con menos recursos tiene un nombre: aporofobia, acuñado ya hace unos años por Adela Cortina. En este artículo de Emilio Martínez Navarro viene muy bien explicado. Cito textualmente un pequeño fragmento muy elocuente:

"La verdadera actitud que subyace a muchos comportamientos supuestamente racistas y xenófobos no sería, en realidad, la hostilidad a los extranjeros, o a las personas que pertencen a una etnia diferente a la mayoritaria, sino la repugnancia y el temor a los pobres, a esas personas que no presentan el "aspecto presentable" de quienes tienen cubiertas sus necesidades básicas. En efecto, "no marginamos al inmigrante si es rico, ni al jugador que es jugador baloncesto, ni al jubilado con patrimonio: a los que marginamos es a los pobres" (Cortina 1996:70)"
Asi que, ya saben, queridos y queridas lectores y lectoras, comiencen a hablar de aporofobia y no de racismo o xenofobia.

Salud!!

Rhasputyn

4 comentarios:

Soria dijo...

Habitualmente las expresiones de "moro de mierda" o "puto gitano rumano" las utilizamos en un ambiente de amigos, privado. No suele ser utilizado en el ámbito público -entendido como el ámbito de la sociedad- por motivos obvios: no existe racismo ni aporafobia en la sociedad.

Si existiese esa aporafobia seguramente presenciaríamos ataques a mendigos que duermen en cajeros automáticos o en cartones en plena calle. Nada de eso suele pasar y, cuando suceden, suele producirse una gran conmoción social.

La sociedad española, como cualquier sociedad europea, es una sociedad muy cosmopolita, consciente de su situación geopolítica de puente entre tres mundos diferenciados: Iberoamérica, Europa y África. Quizás a algunos les interese azuzar el fantasma del racismo para sus intereses partidistas, la realidad es bien distinta.

Rhasputyn dijo...

¿Por qué tiene que haber palizas a mendigos - que las hay - para que haya aporofobia?

La aporofobia, igual que el racismo, no tiene por qué estar ligada con la violencia, sino que más bien se caracteriza por un sentimiento personal de repulsa o desprecio.

Solo los individuos más radicales o extremistas, y sobretodo violentos, son los que pegan palizas tanto a personas de color como a mendigos.

La aporofobia existe, elias, en la sociedad española, por mucho que lo quieras negar. Existe porque hay personas que rechazan la entrada de inmigrantes, pero...¿qué inmigrantes? los inmigrantes pobres.

Si en tu vida no has sido testigo de estos sentimientos en los individuos de la sociedad...chico, debemos vivir en Españas diferentes, y qué suerte tienes que vives en la buena.

Soria dijo...

Yo soy aporófobo, ¿no te da fobia la pobreza? A mí sí, y mucho. Me da lástima que existan personas pobres, sean inmigrantes, españolas, arias o los epítetos puramente políticos que se les suelen colocar para establecer clases de pobres.

La aporafobia es un invento para poder tener un nuevo pretexto. La lucha debe ser contra el racismo, contra la pobreza y no inventarnos supuestos males.

La gente tiene miedo de inmigrantes proclives a la delincuencia y, como seguramente verás, inmigrantes ricos e inmigrantes pobres pueden delinquir indistintamente, como en el caso de que fuesen españoles nativos.

Rhasputyn dijo...

No estamos hablando de tener fobia a la pobreza como concepto, sino al que es pobre, al que padece de pobreza. Es decir, del sujeto, no del concepto en sí.

A mi tanto la pobreza como el pobre no me dan fobia, me dan pena. Padezco por ellos, porque vida, que sepa, solo hay una, y vivir así es desperdiciarla, sobretodo comparada a la vida que otras personas llevan gracias a que tienen más recursos económicos.

Yo solo aspiro a disfrutar de mi vida y de que todos los demás puedan disfrutarla igualmente. La riqueza, sin embargo, actúa de barrera, de impedimento para muchos para poder disfrutar de la vida.

Aporofobia, como término, obviamente es un invento, pero que simplemente nos sirve para describir una realidad. Obviamente, luchando contra la pobreza estaremos luchando también contra la aporofobia, pero es que si hablamos de pobreza y de racismo por separado, estaríamos cometiendo un error, pues digamos que falta la otra parte, falta un trozo de la realidad que estamos intentando tratar.

Y sobre lo último que dices, la gente tiene miedo no del inmigrante proclive a la delincuencia, sino que teme a cualquiera que le venga a atracar. Sin embargo, los nativos españoles ya apenas atracan con navaja en mano en la calle. Los mayores delincuentes visten de traje, pero esos viven ocultos, no nos estafan a la cara sino a través de ordenadores o en despachos, por lo tanto parece que no somos conscientes del robo.

Pero a la hora de la verdad, a quien realmente se rechaza y más se criminaliza es a los inmigrantes pobres que te roban por necesidad en la calle para comer.

Ya te digo, no existe odio contra el inmigrante rico, solo contra el pobre, el que no tiene nada.