El pasado miércoles 24 de Diciembre, El País traía, en su contraportada, una entrevista al embajador norteamericano en España, Eduardo Aguirre, de origen cubano. Bajo el titular de "Yo soy el fontanero de Bush", el señor Aguirre conestaba a ciertas preguntas planteadas por el periodista, hasta que llegamos, casi al final del artículo, al tema del sueño americano. Miren y sorpréndanse como yo de la respuesta de este individuo:
Empezó como cajero de banco y considera cumplido su sueño americano: "En Estados Unidos no tenemos ciudadanos de segunda clase". ¿Y los millones que viven bajo el umbral de la pobreza?: "Tú tienes el derecho de ser tan pobre como tan rico", responde.¿Alucinante verdad? Para este embajador, ya no existen las clases sociales, y ser pobre o ser rico ya no es una cuestión de pertenecer a una clase social diferenciada, sino que ricos y pobres son el mismo tipo de personas, quienes unos dicen: "bueno, pues yo quiero ejercer mi derecho a ser pobre" y otros deciden ejercer el derecho contrario. Y de vez en cuando, cuando uno se harta y se cansa, pues nada, cambiamos de situación y todo sigue igual, siendo la riqueza o la pobreza un derecho de consumo más, desechable e intercambiable.
¿Y los que se mueren de hambre? Naa, eso es que estarán ejerciendo su derecho a morirse de hambre.
Ahora bien...yo me pregunto...¿cómo se ejerce el derecho a ser rico? Y si no te dejan disfrutar de tu derecho a ser rico...¿a quien puedes denunciar y protestar?
Salud!
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