Finalizamos con esta la mini serie de entradas de estos últimos días, que comenzó con una introducción del tema, y cuatro entradas en las que desarrollamos este nuevo enfoque en base a algunas citas a Adam Smith (1, 2, 3 y 4) con la que quería, gracias a un artículo genial de Eric Toussaint, dar una imagen atícipa del gurú del liberalismo económico: Adam Smith.
No era mi intención hacer una lectura "revisionista" de si figura ni de hacer proselitismo. No soy un liberal-económico, y pese a estas citas, en las que pudiere estar más o menos de acuerdo, no creo en Adam Smith ni en sus teorías. Yo ya tengo mis referentes ideológicos y mis posicionamiento políticos más o menos definidos.
Lo único que pretendía era desmontar algunas de las ideas que, apelando al liberalismo y a Adam Smith, tan extendidas se encuentran, y tan difíciles son de ser rebatidas, hasta el punto de que parece que nos tachan de lunáticos a quienes osamos contradecirles.
Y una de las principales ideas sobre Adam Smith de las que hablamos, a parte de en las que ya me he explayado en las diferentes entradas anteriores, es sobre su concepto de "la mano invisible del mercado", en cuyo nombre se justifica y casi ampara casi cualquier medida que se toma. Ahora bien, ¿sabían ustedes que en TODO su libro - la riqueza de las naciones - Adam Smith SÓLO utiliza la expresión TRES veces en las centenares de páginas que tiene su obra?
Eso quizás diga algo de lo importante de esa metáfora que para Adam Smith era, pero quizás hoy en día si con algo se asocia a Adam Smith es precisamente con esa expresión. ¿Y de todo lo anterior que hemos citado? Nadie dice ni mú.
Valga como ejemplo el que ya señala el anteriormente citado Eric Toussaint:
Es el caso, por ejemplo, de Alan Greenspan, quien en su biografía La era de las turbulencias, aparecida en 2007, dedica siete páginas elogiosas a Adam Smith, pero expurga de su pensamiento cualquier referencia al trabajo asalariado como creador del beneficio, a la teoría del valor trabajo y a la lucha de clases. (Alan Greenspan, La era de las turbulencias: aventuras de un nuevo mundo, Ediciones B, SA, Barclona, 2008.)
Es importante saber, para que no nos las cuelen dobladas, estos ejemplos de citas de Adam Smith, quien me temo que a veces ha sido instrumentalizado y manipuladas sus palabras para justificar todo aquello que a la élite económica le interesaba. Se han tomado aquellas que servían para justificar lo que existía o los cambios que se han querido hacer, y se han olvidado sepultadas bajo la losa del silencio las que no eran tan útiles en la jusitificación intelectual de sus medidas.